Soy altamente sensible.

Hace muchos años un psicólogo me puso la etiqueta de ser una PAS (persona altamente sensible).

 Yo creo que ese "diagnóstico" en mi casa no se entendió bien, simplemente vino a reforzar la idea de que era una niña rara.

Era rara porque hablaba poco, pasaba el día en mi mundo y a veces podía ser muy seria. También me asustaban los ruidos fuertes. Y los sitios donde había mucha gente, en general, me agobiaban.

Notaba cada pequeño cambio en las personas que me rodeaban, y hacía mías sus preocupaciones. Cualquier mirada que captase y me pareciese negativa, me hacía sentir mal, me sentía atacada muy fácilmente y me defendía.

Tenía un gran sentido de justicia, si sentía que alguien o yo misma estábamos viviendo una situación injusta, empezaba la lucha.

Crecí creyendo que era más rara que un perro verde.

Con el tiempo la mayoría de los miedos e inseguridades desaparecieron y en gran parte me quede con las cosas buenas como: la apreciación de la belleza, la creatividad, la sensibilidad y sobre todo la percepción. Percibo cualquier cambio de energía en las personas, a veces puedo notar como se oscurecen.

También tengo una habilidad especial con los niños, se hacer que se sientan cómodos, no me preguntéis como... pero vaya a donde vaya siempre estoy rodeada de niños, y me resulta fácil calmarlos y hacer que se relajen.

Tengo una alta percepción para captar las mentiras, soy capaz de ver a cámara lenta los gestos, los cambios en la mirada y en el tono de voz. Cierto que no es infalible, pero funciona la gran mayoría de veces.

Me encanta estar sola, disfruto de mi soledad y la necesito. Muchas veces me siento superada en mi día a día y tengo que refugiarme en mi misma, meterme en mi habitación con un libro, o  en la ducha bajo el chorro de agua caliente... pero necesito recomponerme completamente sola.

Aprecio muchísimo el silencio, lo disfruto, la televisión o la música, pueden llegar a saturarme en ocasiones. 

Me encanta hacer fotos sola, leer sola, escribir sola, pensar sola, puede que por eso sea más creativa por las noches, porque me abraza el silencio y la tranquilidad de cuando todos duermen.

Los lugares con una alta luz artificial, tampoco me gustan, me agotan.

Odio el parloteo y el cotilleo, me aburren la gran mayoría de conversaciones, por eso nunca encaje con las madres del cole, con las madres del parque, o con otras tantas "cotorras" que me fui encontrando a lo largo de la vida. A mi o me vas a contar algo que me haga pensar, o me despierte algo, o mejor no me hables.

Algo que tampoco suele fallarme es mi intuición al conocer a personas nuevas, como a primera vista algo no me cuadre... "agárrate que vienen curvas", esa persona no va a brillar por nada bueno en mi vida.

No tolero los desprecios, es lo peor que puedes hacerme, como me sienta despreciada o menospreciada, voy a destrozar tu yugular con mis dientes... o simplemente desapareceré y no me veras más.

Otra cosa que me caracteriza es que no puedo tener tareas pendientes, no vivo, no puedo pensar que tengo algo que hacer sin hacerlo, porque me agobio muchísimo.

Yo pensé durante mucho tiempo que ser sensible era algo malo, era casi un insulto, ahora pienso que es una fortaleza e incluso un don.

Sentiros afortunados y aprender a usar este súper poder, pero sobre todo rodearos siempre de personas que sepan entenderos.

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